Y bendito sea nuestro vientre...


Este es el momento justo para empezar a escribir en este espacio, espacio parido de la necesidad de reivindicar nuestro vientre, nuestras trompas (que no son de Falopio, sujeto al que no conozco y al que no le pertenece ninguna célula de mi cuerpo), nuestros ovarios, nuestros óvulos y nuestra sangre; y todo lo maravilloso que con todo esto viene, y todas las sensaciones, poderes y percepciones que nos otorga la bendición divina de nuestro vientre.

Creo que estuve esperando el instante para darle comienzo y en algún transitar de mis lunas y mis sangrados me parecía que iba a ser el momento, me ha tomado tanto tiempo empezar a escribir acá cómo me lo ha tomado ponerle un título, es este el momento, por que ahora por primera vez me está doliendo y me ataca una extraña depresión matríztica; a la mujer más ella, tan femenina, tan fuerte, tan poderosa, tan sabia e intuitiva, tan merecedora como todas de poseer un vientre, la medicina ortodoxa ahora amenaza con privarla de tanta dicha; algo pasa en su interior, algo la aqueja y como nos sucede a nosotras las mujeres pues suele manifestarse por el vientre, es así cómo existe una posibilidad de esas a las que la medicina suele recurrir –abrir/cortar/expulsar/cerrar- para dar solución, vienen una serie de estudios y análisis para que un grupo de médicos con bata blanca y educación fundamentalmente patriarcal determinen si es “necesario” o no (para ellos), extraer toda su matriz, ¡¡su matriz!! dadora de vida y felicidad, su matriz que es como la mía y como la de cualquier otra mujer. Tengo una tristeza en mi alma que sale expulsada por mis ojos, mucho no puedo hacer y no quiero entrar en discusiones ni controversias en cuanto a medicina se refiere, ya que médico no soy; sólo pido con fervor a La Diosa que le permita continuar con su matriz, no merece que se la saquen, así como así y ¡chan! Problema solucionado! NO! Ninguna mujer merece que le saquen su matriz, es como quitarle la espada al guerrero, es como atacar a Aquiles en su talón, cómo quitarle el antifaz a Batman, sacarle la capa a Superman y encima, darle criptonita; así tan sólo con ejemplos corroboro una vez más que esta sociedad patriarcal sigue imponiéndonos a las mujeres “soluciones” que han sido pensadas para ellos. Sin ningún animo de entrar en controversias de tipo médico –repito- yo no me planteo que se debe hacer o no para que ella esté bien, lo que sea que haya que hacer siempre y cuando esté bien pues con seguridad es lo que se hará; pero no puedo no drenar el dolor que siento en el alma y las desolación y abandono que estoy sintiendo, por que tal y como se lo dije, sólo quiero y pido que esté bien, me alegra que haya otra alternativa para tratar a toda costa de que no le extraigan su matriz, por que en esa matriz crecí yo, por que en esa matriz me formé como mujer, por que es mi casita para siempre, es como mi calido y amoroso nido que siempre será mío y de mi hermano y construyendo un paralelismo con la vida cotidiana, pues es cómo vender nuestra casa; una sensación desoladora me invade con sólo pensar que una de las mujeres más mujeres, portadora de su merecidísima matriz se encuentra bajo la lupa de una mano que también sostiene un bisturí.
Argumentos van y vienen y con ellos y con tan sólo escucharlos la rabia trata de envenenarme pero el dolor no se lo permite: “pero, ya tuvo hijos”; “se la sacan y sigue la vida norma, cómo si nada”; “la matiz sólo sirve para tener hijos y para que dé cáncer”, esto último dicho por el médico que si hubiera estado en frente mío, probablemente no hubiera medido las consecuencias de mi retaliación en su contra; así en algún momento y tratando de explicar mis lágrimas afirmo que lo que siento es un dolor igual al de la extirpación de las mamas y cómo respuesta escucho: “bueno, eso si sería más grave” a lo que el dolor e indignación aumenta al entender que sólo es más grave por que la extirpación se ve!!! No sé que me duele y me moviliza más, si la falta de entendimiento para aceptar nuestro vientre y nuestra matriz no cómo un “aparato reproductor” (concepto de por si, bastante medieval) sino como el regalo sagrado de la creación, que nos hace, define, constituye y moviliza, o la también concepción fálica de que las mamas no son mamas, sino tetas, simples y llamas tetas; nada más, cómo si antes de aprender a morbosear con ellas no nos hubieran alimentado.
Así que este es el momento justo para romper el dique que da comienzo a este espacio, aclarando que no busco con él hacer apología contra los hombres: NO! Es un lugar que me ayuda a seguir descubriendo mi naturaleza maravillosa, la mía y la de todas las hermanas mujeres que quieran reencontrarse con nuestra verdadera historia milenaria, es un espacio que reivindica el orgullo y la divinidad de nuestra sangre, nuestra luna, nuestra matriz.
Bienvenidas y bienvenidos todas y todos a este espacio que así cómo un vientre; brinda amor reposo y calidez a todo el que se pose en él.

4 comentarios:

  1. felicidades por el nacimiento de este blog.

    te pongo un enlace al mío

    besos!!
    http://kebuskas.blogspot.com/

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  2. Merche! Hola! Mil gracias por hacer parte de éste nacimiento, que linda sorpresa hace un tiempo que sigo tu blog. Gracias por pasarte por acá. Bienvenida siempre.
    Sonrisas!

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  3. ¡¡Hola!!!

    Muchas felicidades por tú maravilloso espacio!!! La verdad me sentí muy idéntificada con lo que dices, y me alegra saber que cada vez somos más en el camino, en la búsqueda constante, eso me alegra montones, porque sin importar las distancias, estamos haciendo una gran siembra!!!
    Gracias por inspirar y compartir sentimientos tan profundos y real, que muchas veces no nos arriesgamos a decir...
    Te dejo un cálido saludo desde Colombia.
    Sigo leyéndote!!!!

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  4. Martha!
    Mejor no lo pudiste haber dicho. Cada vez somos más, sembrando y sembrando, mujer tras mujer, luna tras luna, vientre con vientre.

    Gracias a ti por sentir esos sentimientos. Gracias por el saludo, desde acá te abrazo fuerte!
    Abrazo!

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